La apertura a los nuevos estilos de trabajo que en los últimos años ha multiplicado cuestiones como la importancia de la creatividad o la mejora continua través del aprendizaje, también ha obligado a las empresas a plantearse cuestiones diversas alrededor de lo que resulta una evidencia: los modelos de trabajo han evolucionado irreversiblemente. Una de las cuestiones clave en todo esto es la importancia de los entornos de trabajo, dentro de ella encontramos opciones muy diversas, una al alza es la posibilidad de incorporar el arte dentro de los espacios laborales.
Obviamente no estamos ante una opción para todos los trabajos, ni siquiera para todos los perfiles probablemente, pero si un modelo que está tomando auge ya que se le atribuyen ventajas importantes relacionadas con el desempeño laboral.
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Si hacemos caso a lo que afirma Contract Workplaces realmente estaríamos ante una opción que mejora la creatividad de los empleados y potencia cuestiones muy interesantes como la reducción del estrés, el aumento del estado de ánimo y en general de la calidad de vida durante el periodo laboral.
No son pocas las empresas que comienzan a considerar muy en serio la incorporación de arte desde los más diversos puntos de vista, no sólo desde los propios diseños interiores de los espacios de trabajo, sino también junto a la incorporación de piezas artísticas y composiciones relacionadas con el arte. IAC lanzaba un estudio durante el pasado año 2013 en el que profundizaba más aún sobre este particular, reflexionando sobre la importancia y la influencia del arte incorporado a los entornos de trabajo, en aquel estudio, en el que figuraba una encuesta, las opiniones de los encuestados eran unánimes a la hora de valorar positivamente la influencia del arte en los espacios de trabajo, más aún, de la lectura de aquel informe en función de las respuestas los encuestados se extraían cinco conclusiones muy interesantes y valorables como razones que justifican la presencia del arte en la oficina:
- Genera espacios de trabajo más atractivos; obviamente el hecho de trabajar en un entorno plásticamente atractivo es un buen elemento para la mejora del estado del ánimo, en este sentido, la incorporación de obras de arte parece desde luego una muy buena idea, además respaldada en el estudio por la inmensa mayoría de los encuestados.
- Apoya el aumento de la creatividad y mejora la productividad: obviamente es difícil establecer una conexión directa con probable sobre la presencia de obras de arte y el crecimiento de la creatividad con la productividad, sin embargo, todo viene relacionado con el entorno que genera la presencia del arte, más dado a procesos de reflexión y concentración.
- Mejora la imagen de marca: la asociación de la marca con el arte es una gran idea que viene funcionando desde tiempos remotos, la presencia del arte como una constante tanto los entornos de trabajo como en el global de la imagen de una marca mejora de manera ostensible el peso y la relevancia de esta, cuando además esto se traduce en espacios abiertos al público o con importante tráfico de personas el efecto inmediato es aún superior.
- No hay una sola disciplina artística para disfrutar: esto es muy relevante ya que, probablemente, en una primera instancia cuando hablamos de incorporar arte en las zonas de trabajo imaginamos casi en exclusiva pintura y escultura como mayores proveedores de piezas, sin embargo, lo cierto es que hoy en día las disciplinas artísticas son tantas que resulta incluso difícil elegir qué es lo que más adecuado resultará para nuestro entorno laboral; desde el uso de las nuevas tecnologías dentro del arte, hasta cualquier tipo de representación artística más primaria, realmente resulta difícil pensar que no exista algo que se pueda adaptar verdaderamente a nuestras oficinas o lugares de trabajo.
- No tiene que ser caro y sí puede revalorizarse: evidentemente las piezas de arte más cotizadas alcanzan precios astronómicos, sin embargo, no tenemos siempre que plantearnos este modelo de arte de élite como el único útil; revisar el ámbito local buscando artistas emergentes es una buena idea tanto por los precios como por la posible revalorización a futuro que dichas piezas pueden llegar a ofrecer.
E esstá claro que no nos encontramos ante una opción al alcance de todos (no por dinero sino por criterios y entornos adecuados) pero si de una alternativa muy interesante para aquellas empresas que buscan mejorar y potenciar elementos como su propia imagen de marca, o la creatividad y la calidad de vida durante las horas de trabajo de sus empleados.