Supervision Bancaria Común

Alemania y Francia que son las dos potencias de la Eurozona y países en los cuales la gran crisis europea no afecto con tanta fuerza lograron consensuar que el BCE controle a los bancos «sistémicos», como también podría hacerlo con los bancos que reciban ayudas públicas con el fin de evitar la quiebra de estos dentro de la futura Unión Bancaria Europea (UBE), mientras que los restantes bancos seguirán bajo la supervisión de los organismos de control locales.

El nuevo organismo de control bancario del BCE se creará con un mínimo de 200 economistas que serán contratados por el organismo tendrán sede en Fráncfort. Por su parte la Autoridad Bancaria Europea (EBA) se reservará el derecho de definir cual será la política a seguir en el caso en que el directorio del BCE y el organismo de supervisión no estén de acuerdo en las medidas a tomar. El acercamiento entre Francia y Alemania, se cree que podría ser el paso definitivo para que los ministros de Hacienda y Economía europeos alcancen el miércoles en Chipre un acuerdo sobre la supervisión bancaria.

Si se llega a un acuerdo con estas medidas (bancos sistémicos y con ayuda) quedarína bajo el control directo del BCE a través de su nuevo organismo más de 150 bancos europeos distribuidos a lo largo de todos los países miembros, lo que en un principio, daría una relación apenas superior a un economista por banco. Desde el Gobierno alemán confían en que el acercamiento a Francia sirva para lograr un acuerdo el mismo miércoles. El principal punto a superar el miércoles es la resistencia de socios ajenos a la eurozona, particularmente Reino Unido, que podrían llegar a oponerse en la creación de dicho organismo de contralor, y además todavía no está clara su participación en el organismo de supervisión bancaria común.

“Un rápido acuerdo político sobre el supervisor bancario único y su respaldo en este Consejo Europeo es crucial», sostuvo desde Bruselas, el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, y además ha solicitado a los socios a no caer en la «complacencia» por la mejoría de la situación económica y ha sostenido de que es «crucial» que la cumbre respalde ya un acuerdo sobre el supervisor bancario único.

Por su parte, el Gobierno español comparte la opinión de que de la cumbre debe salir una «señal clara» de avance hacia la unión bancaria. Según el ministro de Economía, Luis de Guindos, esto sería esencial para atajar los riesgos de que cualquier evento inesperado desate de nuevo las turbulencias en los mercados, como ha sucedido varias veces durante la crisis y cuyo último ejemplo fue la salida precipitada de Mario Monti del Gobierno italiano.

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