Los gerentes que lideran buscan oportunidades, evalúan su potencial y toman medidas decisivas para perseguir cualquiera de los aspectos antes mencionados. Con el fin de involucrar a los empleados en el proceso e inculcar un sentido de esfuerzo unificado y colectivo, los administradores dependen de sus estilos de liderazgos personales, consistentes, decididos y dignos de confianza.
Los estilos de liderazgo no deben confundirse con las actitudes. Algunos gerentes se adhieren a los estilos restrictivos y burocráticos, con el objetivo de obligar a los empleados a dar resultados. No son capaces de tolerar el fracaso y los errores consecuentes. Las actitudes resultantes sugieren que ellos creen que nadie más en el ambiente de trabajo es tan importante, indispensable y de gran alcance como ellos.
Los gerentes como líderes, trabajan con y a través de sus empleados. Ellos usan sus habilidades de liderazgo para identificar las oportunidades y motivar a su departamento o miembros de la unidad financiera para lograr resultados mayores a través de ciertas medidas apropiadas y decisivas.
Todos los líderes tienden a desarrollar sus propias maneras individuales y confortables de hacer las cosas. Algunos directivos creen que sus estilos reflejan cómo actuar y responder personalmente, cuando en realidad simplemente se basa en cómo prefieren que funcionen las tareas y responsabilidades administrativas. Aunque los estilos de liderazgo varían, todos tienen elementos específicos que en última instancia definen el éxito o la falta de esta.
Esto es importante para los administradores que desean convertirse en líderes efectivos. Los líderes exitosos emplean un estilo orientado a los resultados que motiva a los empleados para estirar sus habilidades y comunicarse con la pasión necesaria para lograr su visión empresarial. Más importante aún, los estilos eficaces de liderazgo incorporan los elementos específicos para asegurar el éxito.
Los gerentes que desean convertirse en líderes eficaces necesitan desarrollar cómodos estilos individualizados para el logro de resultados y actualización de sus visiones. Esto incluye:
Estar continuamente preparado
La mayoría de las organizaciones están experimentando cambios rápidos debido al empuje de la tecnología y las condiciones volátiles del mercado. Los gerentes tradicionales que supervisan las tareas administrativas tienden a esperar a que los acontecimientos se produzcan y que las condiciones cambien antes de actuar. Por lo tanto siempre debe estar un paso por encima de las cosas y tomar el control de las situaciones. Esto se traduce en una serie continua de movimientos reaccionarios y estrategias de posicionamiento.
Los líderes, por su parte, hacen que sea un punto importante, con los cuales puede anticiparse a las tendencias y condiciones económicas, además podrá estar dispuesto a hacer un movimiento, una vez que sienta que el momento es adecuado. Esté dispuesto a tomar las medidas necesarias para hacer frente a los retos que se le presenten, y defina formas específicas para satisfacer las necesidades empresariales. Ellos no esperan que las condiciones mejoren o que las oportunidades comiencen a surgir antes de comenzar a perseguir el objetivo del liderazgo.