Se da por sentado en cualquier tipo de empresa que la gestión del riesgo es un elemento básico. Teniendo esto claro, lo cierto es que al profundizar y tratar de ordenar las responsabilidades de la gestión de riesgo en una pyme las cosas empiezan a no estar tan claras.
Pero situémonos en el punto de partida; da igual que estemos hablando de una empresa multinacional con implantación en 40 países o de un trabajador autónomo; recapacitar sobre los riesgos y gestionar el riesgo es una obligación en ambos extremos, trasladable por supuesto a cualquier otro modelo de empresa.
Diferencias
A partir de ahí comienzan las diferencias, obviamente en la gran corporación multinacional la responsabilidad sobre la valoración del riesgo recaerá siempre en última instancia en el director general y la propia junta directiva, sin embargo, la presencia de departamentos o profesionales específicamente dedicados a la gestión del riesgo, permite su identificación más rápida así como una planificación para evitarlos, es decir, en general una manera planificada de luchar contra los riesgos.
¿Pero las pymes?
Obviamente en las pymes no tienen estos recursos, pero, tienen los mismos riesgos acomodados a su escala.
En esto los especialistas se ponen de acuerdo, y nos dicen que el hecho de que debido al tamaño una empresa no pueda tener un perfil profesional o un departamento dedicado a la gestión de riesgos no hace que los riesgos no exista, de hecho, es precisamente en las empresas que poseen menor capacidad de hacer frente de manera planificada estos problemas donde el riesgo sea más acuciante aún, es decir donde el nivel de respuesta sea mucho menor.
¿Quién asume el control del riesgo?
Los sistemas no son muy diferentes en concepción, es decir, teóricamente es la propia junta directiva de la pyme quien tiene la responsabilidad última en lo relativo al riesgo, sin embargo, esto no significa que los miembros de la junta deban tener la responsabilidad de todos los elementos relacionados con el control de riesgo durante todo el tiempo.
Un mecanismo a tener muy en cuenta es la gestión del riesgo controlada y repartida en el tiempo. Cuando no existen departamentos específicos la tendencia es a analizar los riesgos cada periodo de tiempo determinado, sin embargo, por ejemplo, los que se pueden considerar como riesgos cotidianos del desempeño profesional de la empresa pueden ser evaluados prácticamente día a día, la tendencia a que los trabajadores senior de las empresas asuman cierta parcela de responsabilidad en este control del riesgo diario es al alza.
Este ejemplo nos da una pista, la división de las diferentes áreas de riesgo sobre los modelos de trabajo cotidianos, en este sentido el CEO de una pyme puede asumir de manera constante los riesgos estratégicos, pero también puede tener sentido que a la par el responsable administrativo económico asuma los riesgos de gestión del control de flujo de caja (por ejemplo) o que el responsable de recursos humanos asuma la gestión de riesgos relativa a contrataciones, evoluciones legales etcétera.
Es cierto que se puede considerar a todos los efectos un trabajo a más dentro de las tareas profesionales, sin embargo, si no se desea una externalización del control de riesgos, es probablemente la opción más adecuada, que, bien gestionada, sin duda sirve para la cohesión interna de la empresa.
