Parece hacer futurismo aún faltando para 2020, pero las aseguradoras y la Unión Española de Entidades Aseguradoras (Unespa), advirtieron que lo que le pagan a la Seguridad Social mantiene las pensiones de ahora, no las del futuro.
De mantenerse este ritmo progresivo de envejecimiento, se llegará a tal punto, entre 2020 y 2025, que los ingresos corrientes ya no serán lo suficientemente altos para poder seguir pagando las pensiones que a día de hoy está pagando la Seguridad Social.
Aunque han aclarado que, no se quebrará el sistema en 2022, el objetivo de lo señalado anteriormente es el de que se tomen las medidas necesarias para que no surjan los problemas planteados. Es por ello que se plantea en que momento si se podría poner en peligro el sistema, si no se toman las medidas pertinentes.
Asimismo Unespa mostró las conclusiones de un informe realizado por una Comisión de expertos que, señala como «imprescindible» lograr elevar el porcentaje de trabajadores de mayor edad. Ya que la edad media de jubilación real llega a los 63 años.
La mejor medida y de fácil aplicación es la de hacer coincidir la edad real de jubilación con la legal, de forma que se lograría un alto impacto en la estabilidad del sistema evitando tocar cotizaciones y pensiones. Así como otra aplicación posible podría ser convertir incentivos que existen para abandonar el mercado laboral antes de tiempo en incentivos para permanecer más tiempo.
Según cifras estimadas, cada mes adicional que la población española logra ser capaz de vivir por sobre lo previsto, a día de hoy, cuesta 4.300 millones de euros a la Seguridad Social.
Alguna medida pertinente se debe tomar, en eso es lo en lo que se está primordialmente de acuerdo, habrá que estudiar cuales son a futuro las mejores para que ese posible futurismo no llegue.