A ninguno se nos escapa ya que eso de buscar trabajo en España por el momento es una tarea realmente complicada, aunque no imposible. Por esta razón, muchas personas que tras meses de búsqueda han dado la misión por imposible, han dado un gran paso y han decidido montar su propia empresa.
Convertirse en autónomo y montar una empresa no es algo fácil en absoluto, requiere mucho tiempo, esfuerzo y en la mayoría de los casos capital. A la mínima que analizamos un poco el panorama económico actual nos damos cuenta de que, si no hay trabajo, es porque las empresas despiden y no contratan y si esto sucede, por algo será.
Actualmente las empresas españolas están pasando por un duro bache, una prueba de hierro. Sólo las empresas más fuertes, las mejor consolidadas, aquellas con las mejores y más originales ideas, están consiguiendo salir adelante y aun así, esta labor requiere un importantísimo esfuerzo y hay muchas que no lo consiguen.
Con todo esto, lo que menos deseo es desmotivar a cualquiera que esté pensando en montar una pyme, sino intentar ayudar a todos aquellos que tienen una empresa pero no les va bien a hacerla más rentable. Por supuesto, estas claves también podrán ayudar a todos los que estén pensando en crear una empresa y quieran saber qué fallos evitar y qué deben buscar.
Los fallos que se deben evitar
A la hora de gestionar una pyme, siempre existen errores que es muy típico cometer y que nos pueden salir muy caros. Algunos de estos errores son:
- No actuar con inseguridad
Aunque a la hora de gestionar un negocio nos pueden asaltar mil y una dudas, es necesario que tanto los empleados como los clientes nos perciban seguros. Actuar sabiendo lo que se hace y con una fuerte convicción de que lo que se hace es lo correcto, nos dará una actitud del todo positiva para la rentabilidad de la empresa.
- No escuchar las opiniones y necesidades de los clientes
El objetivo de toda empresa es tener éxito entre sus clientes, proporcionarles lo que desean y como lo desean y entonces el negocio será exitoso. Lo que sucede es que no es tan fácil como parece averiguar qué es lo que los clientes quieren. Sin embargo, la respuesta la tienen ellos, por lo que, aunque en ocasiones sea algo más complicado de conseguir, con una buena investigación se consigue averiguar lo que estos quieren.
- No escuchar otras ideas
Es algo totalmente común montar una empresa y no hacer caso a más ideas que las nuestras propias, sin darnos cuenta de que la gente de alrededor puede ver las cosas desde otras perspectiva y nos pueden aportar ideas realmente positivas para la empresa. Aunque pensemos que somos los que mejor conocemos nuestro propio negocio, siempre será positivo tener en consideración las opiniones de socios, colaboradores, amigos o familiares.
Qué hacer para mejorar la rentabilidad
Ya hemos visto lo que no se debe hacer pero no puede falta el qué debemos hacer. Está bien evitar errores pero realizar acciones positivas es lo más importante. Por supuesto, del apartado «Qué no hacer», se puede deducir qué hacer: Actuar con seguidad y aplomo, realizar encuestas y estudios de mercado y escuchar otras opiniones e ideas sobre cómo gestionar el negocio. Vamos a dar más ideas sobre qué hacer:
- Reflexionar sobre las posibles consecuencias de nuestras decisiones
Es muy importante a la hora de tomar decisiones, pensar en las consecuencias reales de las mismas, es decir, no ser impulsivo. De esta manera, las instrucciones quedarán mucho más claras y tendrán un impacto mucho más positivo.
- Recortar gastos innecesarios
Cuando se anda mal de crédito, una de las primeras cosas que se deben hacer es analizar qué gastos proporcionan menos beneficios. Es decir, hay gastos que resultan más rentables que otros. Aquellos que sean prescindibles y que generen poca rentabilidad deberán ser recortados o suprimidos.
- Trabajar con ética
Es algo que puede parecer opcional, un incentivo. Sin embargo, tratar con ética a los trabajadores acabará resultando más rentable de lo que parece, cuando los trabajadores están a gusto en el trabajo son más productivos y tienden a ser más leales a la empresa.
Por otra parte, si se es legal en todos los aspectos, el negocio será más sólido y se evitará posibles futuros gastos en multas o sanciones.