La crisis económica que estamos sufriendo ha supuesto para la mayoría de las Pyme un cambio de comportamientos importante. En la mayoría de los casos se ha pasado de tener como objetivo el crecimiento a adquirir como objetivo prioritario la supervivencia y la reducción de costes.
En este último aspecto, el «Cloud Computing» o nube constituye un elemento importantísimo para las pymes, que todas deberían valorar y utilizar. En un momento como el actual, en el que el acceso al dinero y al crédito es practicamente imposible, la nube de Internet permite a las Pyme reducir de forma importante las inversiones en informática manteniendo un alto nivel de competitividad.
La nube, una abanico de nuevos servicios
La nube de Internet supone la aparición de un abanico de nuevos servicios que antes tan solo podían permitirselo las grandes empresas. La nube, por lo tanto, supone una ventaja cualitativa que las pymes deberían aprovechar. La nube es capaz de dotar a las Pyme de una gran cantidad de servicios necesarios con una gran rapidez, haciendo posible que los plazos de implantación de cualquier nueva necesidad de una empresa se vean reducidos de forma muy significativa, pasando a minutos u horas, en lugar de semanas o meses.
La ventaja de la flexibilidad
La necesidad de crecer en la oferta de la empresa hace que esta aasumir nuevas inversiones en sus recursos informáticos. Aquí entra en juego otra de las ventajas que el «Cloud Computing» ofrece a las Pyme: su flexibilidad. Una flexibilidad que permite a la empresa adaptarse a la demanda real, evitando el riesgo de que sus recursos queden infrautilizados durante las épocas menos productivas.
La flexibilidad que aporta el «Cloud Computing» resulta de especial interés para aquellas Pyme que basen su actividad en ciclos de temporada o en promociones especiales. Esta temporalidad implica picos y valles en la utilización de sus recursos informáticos que la flexibilidad de la nube puede hacer más rentables.
Ahorro en costes y en inversión
Otra de las grandes ventajas de la nube en Internet, por no decir que la mayor de ellas, es el significativo ahorro en costes y en inversión que conlleva. El coste real del «Cloud Computing» es calculable desde el inicio y se adapta como un zapato a nuestras necesidades, lo que evita que la Pyme deba invertir cnatidades elevadas sin tener la seguridad de tener una demanda asegurada.
Este factor tan importante es señalado por Jordi Torres en su libro «Empresas en la nube», al señalar que «anteriormente, cuando el escenario que ha abierto el Cloud Computing no era todavía palpable, para poder poner aplicaciones en el mercado se necesitaba que una empresa dispusiera de recursos propios como espacio de almacenamiento, hardware, conectividad, personal operativo,…y todo ello sin tener en cuenta los planes de crecimiento, de seguridad, o cualquier otra eventualidad….Todo ello implicaba unos costes iniciales de inversión que ponían mucha presión al modelo de negocio de una empresa. Actualmente, con el advenimiento de la nube de Internet, todos estos costes pueden convertirse en variables, además de disponer de más capacidad de recursos en el caso de un crecimiento repentino».