Adaptarse a los nuevos tiempos es ley de vida para una empresa y sin embargo no todas son capaces de gestionar bien el cambio. Así es como debes hacerlo si quieres que tu proyecto sobreviva.
Tarde o temprano cualquier negocio se verá forzado a asumir una serie de cambios, sobre todo para garantizar su viabilidad. Es preciso afrontar una etapa de adaptación, al margen del tamaño de la empresa. Las mejores cuentan con líderes que saben sacar lo mejor de cada uno, y más en los tiempos de incertidumbre.
Afrontar esta renovación dentro de la empresa y aprender a gestionar el cambio no siempre es fácil. Estas 4 estrategias te ayudarán a lograrlo:
- Mantenerse firme en los objetivos. La persona que tenga que afrontar el reto de liderar este cambio, y más en una época de crisis, deberá mantenerse firme en los propósitos planteados desde un principio y orientando bien los objetivos de la empresa. Lo más probable es que tenga que asumir un periodo de muchas dudas en donde le lloverán muchas críticas del exterior. No obstante, hay que mantenerse fiel a los principios que se marcaron. Es decir, conservar la estrategia por más que pueda variar ligeramente la táctica.
- Una comunicación constante. Las compañías deberían concederle una mayor importancia a la comunicación, sobre todo cuando se van a enfrentar a épocas de cambios y renovaciones. De esa manera resultará más fácil implicar a la gente. Al igual que ocurre en el mundo del deporte con los equipos, la comunicación es un punto básico para que cualquier negocio goce de buena salud y además funcione con eficacia. Los líderes deben hablar de manera frecuente para reforzar la inspiración y el reconocimiento de sus compañeros. Todo ello sin importar el tamaño de la compañía. Y es que no hay nada peor que iniciar un cambio o vivir una transformación del sector y dejar a los empleados o a los clientes al margen.
- Invetir en los empleados, Todo responsable de una empresa o encargado de afrontar los cambios debe valorar que lo más importante que tiene es el material humano, los trabajadores que hay a su disposición. Serán los encargados de materializar sus deseos y de realizar esta transición de una manera adecuada. En función del tamaño de la empresa se aconseja invertir en formación y en el desarrollo de las personas. Los empleados también agradecen que se cuente con ellos para afrontar esta nueva etapa de renovación y se les motive con nuevos conocimientos.
- Luchar hasta alcanzar el éxito. A nadie le resultan agradables los cambios y muchos menos a los empleados. Suelen acabar por rendirse, reducir la velocidad de trabajo y perder la atención con facilidad. El responsable de liderar la reforma debe inculcar esa cultura de lucha, esfuerzo y persistencia a los trabajadores. La constancia y mantener el rumbo incluso cuando los progresos parecen ser mínimos se hacen imprescindibles para afrontar el cambio dentro de cualquier organización. El objetivo que se persigue es la obtención del mayor rendimiento posible del equipo humano.
Sigue estos consejos y serás tú quien venza al cambio y no éste el que pueda con tu empresa.
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