Así malgastas electricidad y cómo solucionarlo

Vamos a realizar un repaso sobre formas de malgastar electricidad que, desafortunadamente, en muchas ocasiones o bien pasan inadvertidas o bien han quedado incorporadas a nuestras rutinas de tal manera que simplemente no caemos en la cuenta del consumo que pueden llegar a aportar con el consiguiente aumento del gasto de la factura final con el consiguiente perjuicio para nuestras finanzas personales.

Los vampiros de energía

No no se trata de ninguna interpretación esotérica o mística de las relaciones entre personas (aunque tal vez en alguna ocasión haya oído esta expresión) literalmente en nuestro hogar existen dispositivos que se convierten en auténticos vampiros de energía. Se trataría de aquellos dispositivos que tienden a quedar conectados a la red eléctrica 24 horas siete días a la semana tanto si los estamos usando como si no es así. Existen diversos estudios que afirman que la energía robada por estos vampiros puede llegar a añadir hasta un 10% a la factura mensual de un consumidor.

La receta es simple: revisar todos los dispositivos conectados de manera permanente a la red eléctrica y desenchufarlos, conectándose sólo cuando se vayan a utilizar este es un primer paso para el ahorro en electricidad.

Quítale protagonismo al horno eléctrico

Se trata de uno de los electrodomésticos de mayor consumo, y, por extensión, uno de los que peor se emplean. Utilizar el horno para calentar pequeñas porciones de comida o restos de asados o similares es un gasto excesivo que se debe recortar en favor de otros sistemas para calentar la comida (y a poder ser que éstos no pasen un microondas). Obviamente una placa de inducción calentando en un único fuego (por ejemplo) consume mucho menos que el horno asociado a dicha placa. Esta puede ser otra buena medida para ahorrar.

¿Por qué no agua fría en la lavadora?

En el cálculo total de la potencia que se necesita para lavar una carga de ropa, utilizar agua caliente, el hecho del uso de agua caliente, sería responsable casi el 90% de la potencia total necesaria para ese lavado. Manejar con prudencia el uso del agua caliente para el lavado de prendas y reducirlo es otro mecanismo importante, aunque pueda parecer menor. El consumo sin duda será menor cuanto más se tienda al uso del agua fría.

En este post te mostramos cómo ahorrar en el uso de los electrodomésticos en el hogar.

Di no al secado en el lavavajillas

Se trata de un electrodoméstico polémico que abre un debate sobre el consumo de agua, ya que hay quien afirma que lavando a mano el consumo es superior y quien dice lo contrario. Como en este caso hablamos de electricidad nos centramos en el exceso de consumo que puede llegar a producir este electrodoméstico. Hoy en día la gran mayoría de lavavajillas incorporan la opción de no realizar el secado con calor posterior al lavado, este secado añade una pérdida de energía que en buena medida es innecesaria, activar la opción y renunciar al secado después del lavado es otra buena opción para el ahorro de energía.

¿Has revisado el aislamiento de tu casa?

Si no es así deberías hacerlo con rapidez, el invierno está cerca y uno de los principales enemigos de un buen consumo energético es precisamente la fuga de calor producida por una mala planificación del aislamiento en el hogar. Estamos hablando de pérdidas que, por ejemplo, en el caso de la calefacción pueden suponer hasta el 30% o más del calor generado por las calefacciones, es decir una cantidad realmente importante. Esto además se puede aplicar perfectamente igual al aire acondicionado con el calor del verano.

Tus luces de navidad son ejemplo

Revisa las luces que utilizas para adornar tu casa en Navidad (si lo haces) la tendencia a acumular viejos dispositivos se resume muy bien en este aspecto, muchas de las bombillas utilizadas son antiguas bombillas incandescentes tal y como se utilizaban hace 15 o 20 años, sustituirlas por los nuevos sistemas led ahorrará un buen consumo… esto se puede aplicar a muchos dispositivos que aún seguimos utilizando a pesar de la necesidad de jubilación que probablemente ya tengan y el exceso de consumo que aportan.

 

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