El alto responsable de Google Eric Schmidt ha aprovechado su presencia en la entrega de premios del concurso de emprendedores en el marco del South Summit celebrado durante este fin de semana en Madrid, para, por un lado, reafirmarse en el anuncio del proyecto del Google Campus Madrid Orientado emprendimiento, y, por otro lado, aprovechar para sacudir un palo al modelo de regulación en Europa en relación a los emprendedores.
Sobre lo primero, no cabe más que congratularse de la elección por parte de Google de Madrid como un lugar a sumar su presencia en busca de impulsar al emprendimiento, y por tanto la creación de los proyectos empresariales, sobre lo segundo, realmente no estamos ante nada nuevo ni mucho menos ante algo exclusivo en las declaraciones de un representante internacional de empresas innovadoras.
Sobre la influencia del campus que la compañía abrirá durante el primer semestre del próximo año en Madrid como indicábamos, el representante de Google se muestra confiado en que será una herramienta para crear la siguiente generación de emprendedores en nuestro país. La firma siempre se ha mostrado muy inclinada al apoyo a la innovación y al emprendimiento, en este caso, la generación de un espacio destinado a tal efecto se vislumbra como un motor muy importante en el futuro de los nuevos proyectos innovadores en nuestro país.
El axioma mayor emprendimiento igual a mayor nivel de creatividad igual a más empleo estuvo también presente en el discurso del directivo, que además, expresó su convencimiento de que nuestro país tiene poderosas razones para llevar a cabo una revolución del emprendimiento entre las que ha citado sus universidades, su historia y cultura, como elementos determinantes en la elección de Madrid como sede del campus.
En la otra parte de su exposición, se mostró preocupado por el hecho de unos gobiernos, en especial los europeos, muy restrictivos en la regulación y el desarrollo de la innovación. Como referencia puso el ejemplo de Google, de quien dijo si hubiera sido fundada el Reino Unido hubiera sido ilegal.
En general, como decíamos, forma parte de un discurso relativamente común, que en los últimos años, especialmente desde que las empresas innovadoras estadounidenses, se viene realizando relación a los sistemas de regulación europeos con respecto a los procesos de investigación y desarrollo.