Llevo unos días leyendo en diferentes foros, publicaciones especializadas y otros libros los principales motivos por los que muchas pequeñas y medianas empresas se ven en la obligatoriedad de cerrar sin haber cumplido al menos tres años de vida. Desgraciadamente el número de pymes que se han tenido que ver en esta tesitura sigue creciendo, y a veces no por la crisis galopante que nos rodea sino también por el mal hacer de algunos emprendedores.
De ahí que los principales organismos intenten ofrecer a estos nuevos empresarios la mayor cantidad de información posible para que su proyecto no se venga abajo por su mala gestión. Sin embargo, hay casos para todos los gustos…
Motivos de cierre
En la última publicación a la que he tenido acceso se detallaban algunos de los problemas que han llevado a muchas pymes a cerrar en pocos años. Uno de ellos me llamaba la atención a primera vista: un gran número de empresarios pensaba que ahorrar costes en personal iba a hacer que la empresa saliera a flote. Nada más lejos de la realidad. Es mejor no ir sobrados, pero sin problemas en el ámbito laboral, que no contratar para así ahorrar y que los beneficios lleguen. El recorte en personal no conlleva siempre sacar mayores dividendos.
Otro de los factores que desencadena el hundimiento de una empresa es el desconocimiento del mercado. Los nuevos emprendedores se lanzan a la aventura casi a ciegas, sin conocer de primera mano qué es lo nuevo que pueden ofrecer con respecto a la competencia. Este desconocimiento llega a tal punto que el empresario no realiza una detallado plan financiero que le permita conocer la forma en la que va a conseguir capital y cómo pagarlo.
Con unos cimientos de la empresa así es lógico que la planificación y la administración del negocio ya no sean las más adecuadas. ¿Están hoy en día los empresarios capacitados para poder sacar adelante una empresa?, ¿acuden a la ayuda de una asesoría o bien se las ingenian por sí mismos para intentar salir del atolladero? En la medida de lo posible la administración debe partir de una base sólida y un conocimiento integral del mercado. Buscar apoyo es también indispensable. Nada de ir a ciegas.
A partir de aquí la situación de la empresa se viene completamente abajo. Muchos emprendedores buscan su oportunidad para intentar salir de la crisis, pero no se paran a analizar antes si realmente esa idea que tienen en mente es la adecuada, si conocen bien el mercado en el que se van a introducir y tienen un plan financiero en el que apoyarse.
A veces el cierre de una empresa, como veis, no tiene porqué ser íntegramente culpa del sistema. Aunque claro está, todos estos motivos tal vez giran en torno a él.