Esto se basa ya que se diseñan fórmulas como las sociedades inmobiliarias destinadas a limpiar el ladrillo en los balances de los bancos, y sigue en el alero la existencia de BFA-Bankia como grupo independiente, donde las entidades financieras más saneadas han encendido estos días una nueva señal de alerta.
Con respecto a la mayoría de las familias, con contadas excepciones, siguen pagando a tiempo las cuotas de sus hipotecas, donde muchas pequeñas y medianas empresas ya han tirado la toalla.
La nueva escalada de la morosidad tiene su origen en compañías que no son de la construcción, y en especial en las de menor dimensión, que son incapaces de hacer frente a los propios impagos y al desplome del negocio como consecuencia del retorno de España en una fase de recesión.
Los dirigentes de las mayores entidades de crédito españolas, durante la presentación de sus cuentas trimestrales. Sin poder medir con exactitud la dimensión potencial del problema ya se calculo que la proporción de morosidad del segmento empresarial excluidos los promotores debe alcanzar el 12%, y se piensa que las entidades tendrán que reconocer como dudosos muchos créditos ahora al corriente de pago.
Ademas, es importante destacar que el banco de negocio no discrimina entre empresas grandes y pymes.
Se dice que la morosidad de las pymes ha escalado desde el 6,5% hasta el 7,5% en un año, y se admite un avance del 5,69% al 6,31% en el último trimestre.
El BBVA ha mencionado avances de 60 puntos básicos hasta llegar al 9,8%. En el grupo Santander, la subida de la proporción de créditos dudosos que ha experimentado su red (hasta un 8,9%, muy superior al 5,7% que presentó Banesto) responde precisamente a la limitación de las pymes, con exclusión de las grandes empresas.
Estos son datos homogéneos, debido a que las instituciones no segmentan los clientes de igual forma, pero los mensajes de alarma se reiteran.
Aunque la morosidad se estabiliza en España, lleva ya cinco trimestres de aumento en empresas y negocios dicho por el consejero delegado de BBVA.
Jaime Guardiola (Sabadell) justificó el avance en que la principal debilidad del sector financiero que opera en España es la fragilidad de su economía.
La morosidad de las pequeñas y medianas empresas está todavía a años luz de la que presentan los promotores inmobiliarios y de la construcción, con porcentajes que van desde el 28% como mínimo hasta duplicar con creces esa tasa. Pero los analistas y bancos de negocios consideran que una mayor debilidad económica estimulará un mayor deterioro de la calidad crediticia, de forma particular en los préstamos no relacionados con el inmobiliario.
Es importante destacar que la banca esta en un momento de decisiones ya que la agencia de calificación Fitch, que estima en un 10,8% la morosidad de las pymes españolas, sugiere que el plan concebido para que las empresas puedan ingresar lo que les adeudan las administraciones territoriales.
Con respecto a la mayor parte de las facturas, se van a pagar a través del sistema bancario debido a que las entidades tendrán a su alcance de recuperar las eventuales cantidades que las propias pymes les adeudan y reducir la correspondiente morosidad.
Lo negativo de esto es que el plan de pago a proveedores de las administraciones locales nació con el foco puesto en la reactivación de la economía. De partida, las pymes tienen que renunciar a cualquier tipo de interés por el retraso en los cobros, y no van a poder evadirse de sus cuentas pendientes.
Esto si acuden a una entidad distinta de la que son deudores, y aparecen inscritos en los registros de morosidad, serán remitidos a la institución acreedora.
