El teletrabajo va ganando enteros. Es una opción que tanto en su versión de combinación con la presencia offline como, incluso, como opción a jornada completa, está aumentando considerablemente en los últimos años no sólo desde el punto de vista del emprendedor individual sino también desde los proyectos de nuevas empresas, y, como una extensión laboral en muchas grandes empresas. Las virtudes del trabajo desde casa son muchas y bastante conocidas, sin embargo, también existen cuestiones menos positivas, cuestiones que deben ser previstas siempre de antemano para mantener a los equipos humanos enfocados en su desempeño profesional mientras lo realizan a distancia.
Quienes no entienden aún bien la relevancia que el teletrabajo puede tener buscan en esta fórmula problemas como la dispersión en las tareas, la posible merma en la productividad y el desenfoque de los objetivos profesionales. Es cierto que todo esto puede ocurrir, más aún, el entorno del hogar para el trabajo hace todavía más relevante la influencia de la procastinacion, pero, existen herramientas y sistemas con los que se puede mantener perfectamente enfocado a un equipo mientras desarrolla su trabajo desde casa.
El internet de las cosas y las nubes personales en la empresa
Políticas claras desde el primero momento
Probablemente esta será la cuestión más relevante de todas. No ofrecer una política clara de cómo la empresa entiende el teletrabajo significa que el propio trabajador puede dar forma a lo que entienda como más correcto, y esto no tiene que ser siempre necesariamente lo más beneficioso para la empresa. No podemos esperar que los trabajadores en su conjunto adivinen nuestras intenciones o nuestra expectativa de modelo de trabajo, por ello es básico proporcionarles toda la información necesaria relativa a normas, funcionamiento, comunicación…
Formación continua
La formación y la capacitación en el ámbito digital debe ser constante. Esto nos proporciona dos elementos potencialmente beneficiosos para mantener enfocado al equipo, por un lado una mejora de las capacitaciones sostenidas en el tiempo, y, por otro lado, un modelo de formación que permita el desarrollo equilibrado de dichas capacitaciones entre todo el grupo.
Potencia la sensación de grupo
El aislamiento no es un buen amigo para integrar un equipo profesional que trabaja desde casa. Es necesario potenciar la sensación de un grupo, hoy en día la tecnología nos permite perfectamente realizar reuniones virtuales, pero incluso esto puede quedarse corto, el contacto offline aunque sea distanciado en el tiempo es necesario y, más aun, debiera en muchos casos ser un referente.
Pon las herramientas necesarias en juego
La teología actual va a permitir la incorporación de herramientas totalmente orientados al trabajo en equipo a distancia, herramientas para poner en común de manera constante y en actualizaciones a tiempo real la evolución de los procesos, para consultas inmediatas, en definitiva un sustitutivo rápido y eficaz a lo que se da por descontado en el trabajo offline y que se muestra muy necesario en el trabajo online.
Flexibilidad si, descontrol no
La flexibilidad es una buena amiga del control para mantener enfocado a un teletrabajador dentro de un equipo, ojo, hay una tendencia innata a confundir flexibilidad y descontrol. Los sistemas de trabajo por cumplimiento de tareas se muestran aquí muy competentes, y, si se encuentran bien engarzados con todos los elementos anteriores pueden proporcionar al trabajador una sensación de flexibilidad importante, muy interesante cuando se trabaja desde casa, sin perder productividad en uso, como se ha demostrado en muchos estudios, aumentándola.
