Los autónomos siguen siendo, por así decirlo, el banco que financia al Estado. Es la expresión que se me viene a la mente cuando leo las cifras que hoy publica la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). En lo que llevamos de año estos trabajadores han adelantado ya 510 millones de euros de IVA de facturas que han sido emitidas pero no abonadas.
Lo que resulta más curioso, y claro está mucho más indignante, es que de dicha cantidad un 60% corresponde a facturas no pagadas por las propias administraciones públicas. O lo que es lo mismo, el autónomo además de tener la factura pendiente de cobro aún tiene que poner dinero de su bolsillo. ¿Alguien lo ve lógico?
Todo esto puede cambiar en parte con la inclusión y la puesta en marcha de la Ley de Emprendedores y el sistema de caja para el IVA. Sin esta ley, los autónomos ahora mismo no tienen margen de maniobra, a pesar de que son ellos y las pymes los que mueven buena parte de los ingresos que circulan en el país.
Precisamente hablando de España, los autónomos de Cataluña ya han adelantado al erario público más de 91 millones de euros por IVA de facturas no cobradas, seguidos por los trabajadores andaluces, que ya han pagado casi 80 millones de euros. Cantabria con 5,7 millones y La Rioja con 4,3 millones son los que marcan el final de la tabla. Unas cifras realmente preocupantes para la situación en la que se hallan las pymes en España.
Esto solo se evitaría si realmente los autónomos pagaran el IVA y los impuestos de las facturas que ya hayan sido emitidas y cobradas. Pero claro, si en otros contextos se paga en cuestión de minutos o cuando se concluye el trabajo, en el ámbito empresarial pueden pasar días, meses e incluso años. Imaginaros si para colmo no se emite la factura…
¿Cambiará esta situación de color en el 2014 cuando se cambie el sistema de tributación del IVA?, ¿será el momento en el que los autónomos puedan reducir la falta de liquidez extrema con las que deben de luchar cada día? A este ritmo peor ya es bastante complicado ir.
