La diferencia entre inversión y gasto

Las utilizamos como sinónimos en muchos casos pero no lo son. Inversión y gasto hacen mención a un dispendio por parte de la empresa, pero existen diferencias en términos contables y fiscales. ¿Quieres saber cuáles son y qué gastos incluir en cada una de las partidas?

Cada vez que sale dinero de la caja estamos incurriendo en un gasto pero sólo algunos de ellos se podrán considerar inversiones. Desde un punto de vista teórico, la diferencia es que una inversión puede generar beneficios pero un gasto no. de hecho, se espera que las inversiones den dinero a la empresa. Es decir, un gasto se limita a restar capital de la empresa -un capital que no se recupera-, mientras que una inversión también resta capital pero se espera que lo devuelva al cabo de cierto tiempo. Así, por ejemplo, el gasto en electricidad no genera riqueza para una corporación, pero el gasto en un ordenador sí puede hacerlo.

La primera vez que escribimos este artículo lo hicimos en relación a una iniciativa de 2010 del Parlamento Europeo de comprar un iPad a cada eurodiputado por un montante de cercano al medio millón de euros de euros para adquirir un total de 736 aparatos -se estima que su precio rondó los 590 euros-. La medida formó parte de los esfuerzos de la cámara para modernizar, mejorar la movilidad y recortar el gasto energético estableciendo la tablet de Apple como sustituto del portátil para los políticos. Esta compra pasaría desapercibida hoy en en día por la proliferación de estos aparatos, pero por aquel entonces fue poco menos que una frivolité.Diferencia entre gasto e inversion

La compra sirvió para que la entonces ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia asegurase que le gustaría que esta compra fuese una inversión y no un gasto y puntializase que todo dependería del uso que hagan de él los diputados -sobre quienes expresó su confianza en demostrar la suficiente madurez para aprovechar las capacidades del iPad-.Todavía no sabemos si la compra del iPad sirvió para sus señorías aumentasen su productividad, pero el tiempo ha mostrado que estos aparatos han dejado obsoleto el portátil y el PC de sobremesa cuando se trata de viajes de empresa de ida y vuelta.

En cualquier casi, este es un gran ejemplo del debate que toda empresa debe afrontar cuando mide cualquier compra de carácter más estratégico que productivo. Es decir, la compra de una máquina que ayude a mejorar la producción siempre será una inversión, pero no ocurrirá lo mismo, por ejemplo, con un cambio CRM o el ERP o la modernización de los equipos informáticos si estos no forman parte esencial de la actividad de la empresa.

El problema es que la línea que separa el gasto de la inversión no siempre está clara y en ocasiones puede ser muy delgada. Todos hemos realizado importantes inversiones que el tiempo nos ha dejado claro que no eran más que un gasto. Al final todo dependerá del uso real que hagamos de esa inversión, aunque siempre conviene estudiar anticipadamente cada compra.

Volviendo al caso de los dichosos, está claro que se trata de una herramienta más enfocada al ocio que al trabajo y en ese sentido no es fácil justificar la adquisición. Sin embargo, también es cierto que su batería es más duradera, lo que incide en un recorte del gasto energético y que son más cómodos que un portátil para leer prensa y cualquier otro documento, lo que también debería ayudar a rebajar el gasto en papel. Por otro lado, también es verdad que no todos los eurodiputados estaban en ese momento habituados a las nuevas tecnologías o simplemente al uso de internet, lo que también planteaba dudas acerca de que todos debieran contar con uno de ellos.

¿Y a efectos contables?

Por fortuna, la cosa cambia cuando entramos en el terreno de la contabilidad. Aunque en el plano fiscal y contable muchas leyes son interpretables, la Agencia Tributaria se afana en delimitar al máximo posible lo que es y lo que no es legal para una empresa. En este sentido, la distinción tiene que ver tanto con el beneficio como con el plazo de generación y el tiempo que el activo permanecerá en la empresa.

Desde el punto de vista dela contabilidad, un gasto es el que deriva del ejercicio de la actividad principal de la empresa y no forma parte de su patrimonio. La mejor forma de entenderlo es a través de un ejemplo. En este sentido, la compra de una nave será una inversión, mientras que su alquiler será un gasto. 

A efectos prácticos, todo dispendio que sólo genere ingresos en un ejercicio será considerado gasto. Y a efectos contables, la inversión va al balance y el gasto a la cuenta de resultados, ya que la compra de inmobilizado -una máquina, por ejemplo- no modifica el patrimonio de la emrpesa, sólo se cambia caja por el activo. Por el contrario, el gasto sí afecta a la cuenta de resultados y al patrimonio de la empresa.

La siguiente presentación de Cris Sánches Pástor puede ayudarte a entender mejor las diferencias y ahondar un poco más en lo que cuesta crear una empresa.

Y si prefieres una versión audiovisual, desde CEF han creado un vídeo que lo explica a la perfección.

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Imagen –  Dooder en Shutterstock

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One response to “La diferencia entre inversión y gasto

  1. Muchas gracias por la noticia.

    Sé que hace un año desde que se publicó, pero me ha venido muy bien como ejemplo, para explicar la diferencia entre gasto e inversión.

    Saludos!

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