Las facturas en los autónomos

Las facturas corrientes, simplificadas, rectificativas y electrónicas son las que te conviene conocer si trabajas como profesional por cuenta propia.

Vender más si tienes un producto o llegar a cuantos más clientes si ofreces un servicio es uno de los objetivos esenciales de todo negocio. Los autónomos no son una excepción en ese sentido. El siguiente paso, lógicamente, es cobrar, lo cual no siempre es tarea sencilla. Un instrumento imprescindible para lograrlo son las facturas.

Facturas autónomos

Así que, si eres trabajador por cuenta propia, te conviene conocer el principal documento para recibir pagos por tu actividad profesional. Además, sean documentos físicos o facturas electrónicas, son la base de la contabilidad también para los autónomos, así como un justificante imprescindible exigido por Hacienda para casi cualquier operación. Aquí te contamos las claves de las facturas en los autónomos.

¿Qué es una factura?

Una factura es un documento mercantil en el que consta la información de una operación de compraventa. Se trata de un documento legal que justifica a todos los efectos que se ha prestado o recibido un servicio o se ha adquirido o vendido un determinado producto, que deben figurar en el papel, así como el importe que se entrega y a quién debe abonarse.

¿Quién debe emitir factura?

Hacienda delimita con toda claridad quién tiene obligación de usar estos documentos: “Los empresarios y profesionales están obligados a emitir factura por la entrega de bienes y prestación de servicios que realicen en el desarrollo de su actividad, así como a conservar copia de las mismas”.

Las facturas en los autónomos

Datos que deben aparecer en la factura

Las facturas deben contener, al menos, los siguientes componentes:

  • Razón social del emisor y de la sociedad o de la persona que la recibe, que pueden ser el nombre y los apellidos o la denominación de la empresa.
  • Número de Identificación Fiscal (NIF) de ambas partes.
  • Domicilio de los dos implicados.
  • Número del documento.
  • Fecha de emisión.
  • Descripción de las operaciones.
  • Importe bruto y neto de la transacción.
  • Retención aplicada.

Tipos de facturas para los autónomos

A los profesionales por cuenta propia les conviene conocer y manejar cuatro tipos de facturas: corrientes, simplificadas, rectificativas y electrónicas.

La factura corriente

Si ya ejerces como autónomo, aunque lleves poco tiempo haciéndolo, seguramente estarás familiarizado con una modalidad de este documento: la factura corriente. Es la de uso habitual y en ella deben figurar los datos ya mencionados sobre ti y sobre el cliente.

Facturas en los autónomos

En los momentos álgidos de la crisis la retención que debía aplicarse era del 21%, bajando a principios de 2015 al 19% y, a mediados de ese año, hasta el 15%. En la actualidad ése es el porcentaje que debe incluirse, con la excepción de los nuevos autónomos, que pueden beneficiarse de un reducido 7%.

La factura simplificada

No obstante, existen ciertas operaciones que pueden ser justificadas a través de una factura simplificada. Aquellas cuyo importe que debas recibir como autónomo no exceda los 400 euros o los 3000 en determinadas operaciones:

  • Ventas al por menor, es decir, las entregas de bienes muebles corporales o semovientes en las que el destinatario de la operación no actúe como empresario o profesional.
  • Ventas o servicios en ambulancia.
  • Ventas o servicios a domicilio del consumidor.
  • Transporte de personas y sus equipajes.
  • Servicios de hostelería y restauración prestados por restaurantes bares y similares, así como el suministro de comidas y bebidas para consumir en el acto.
  • Salas de baile y discotecas.
  • Servicios telefónicos prestados mediante cabinas o tarjetas magnéticas o electrónicas recargables que no permitan la identificación del portador.
  • Servicios de peluquerías e institutos de belleza. 
  • Utilización de instalaciones deportivas.
  • Revelado de fotografías y servicios prestados por estudios fotográficos.
  • Aparcamiento de vehículos.
  • Servicios de videoclub.
  • Tintorerías y lavanderías.
  • Autopistas de peaje

La factura rectificativa

Si el documento no incluye tal y como son los datos ya mencionados de expedidor y destinatario, te tocará elaborar una factura rectificativa. Así que te conviene prestar atención al confeccionar cualquier justificante de cobro.

La factura electrónica

Finalmente, el documento que está llamado a ser el futuro en el sistema contable de las empresas: la factura electrónica. Tan es así, que las empresas proveedoras de la Administración deben emitir factura electrónica desde principios de 2015 en caso de que la operación supere los 5.000 euros. 

Gastos deducibles en el IRPF sin factura

A pesar de que, en general, la factura es imprescindible, existen ciertas excepciones en la presentación ante Hacienda de pagos deducibles sin ella en el IRPF. Esos gastos que no exigen el preceptivo documento para poder ser desgravados en la declaración de la renta son los que figuran a continuación:

  • Sueldos y seguros sociales.
  • Pólizas de seguros.
  • Cuota de autónomos a la Seguridad Social.
  • Gastos de carácter bancario.
  • Desembolsos efectuados en el extranjero.
  • Traspasos de locales, escrituras de constitución de un negocio o fianzas de alquileres.
  • Ciertas tasas municipales, por ejemplo, la que grava la recogida de basura.
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