Diez pensamientos que nunca deberías decir en tu trabajo

Es incuestionable que también en el ámbito laboral una buena comunicación entre las personas es una parte importante en la búsqueda del éxito. Sin embargo, tampoco es menos cierto que en ocasiones expresar determinados pensamientos no solo no proporciona lo que se busca…incluso puede tener efectos secundarios perjudiciales. Esta es una lista de pensamientos que, tal vez, resulta mejor omitir en el trabajo.

No se trata desde luego de algo exacto, es decir, existen frases que tal vez en determinados contextos si pudiéramos decir, sin embargo, si nos mostramos rotundos en el título, si afirmamos que nunca debiéramos decirlas es porque, ante la duda, tal vez sea mejor no hacerlo. De todos modos, como en todo, seguro que muchos no estamos de acuerdo o que existen otras tantas frases que se podrían aplicar igualmente.

Frases que no hay que decir

Yo me ocupo de eso

En este caso se trata de una frase condicionada ya que nunca debiera decirse si no estamos seguros de que queremos hacer lo que se demanda en ella. Sin embargo, la tendencia a asumir cosas que no son nuestra responsabilidad es muy acentuada, y pocas veces acertada.

Pásamelo a mi

En línea con lo anterior, suele conllevar asumir más tareas de las que debemos responsabilizarnos, con lo cual disminuye la eficacia de las nuestras. Por no hablar de que es el antecedente directo del ya me ocupo yo que citábamos anteriormente y que se puede convertir en una combinación letal para nuestra eficacia profesional.

Seguro…hecho…dalo por hecho

Son afirmaciones tan rotundas que llevan consigo un compromiso expreso demasiado fuerte si no estamos realmente preparados para cumplirlo. Se debe ser en todo caso más cauto y realista ante los requerimientos de las responsabilidades y encargos, no desde un punto de vista pesimista pero si desde la realidad de nuestra capacidad, tiempo y disponibilidad.

Con el debido respeto

Mítica frase incorporada a todos los entornos y que denota que en algún momento no hay o ha habido respeto. Un arma pasivo agresiva que conviene no utilizar, buscando en todo caso otras fórmulas sobre las que basar la demostración de respeto hacia la persona con quien hablamos.

diez frases que no hay que decir

No puedo

Verbalizar el hecho de no ser capaces de afrontar determinadas cuestiones y resumirlo exclusivamente en estas dos palabras no es una buena idea. Resulta mucho más convincente y adecuado explicar los motivos por los que aparecen las dificultades que nos llevan a pensar que no podemos.

No pero…sí pero…

Una de las grandes frases clásicas que hacen que perdamos confianza en quien nos las dice. Negar y dudar o afirmar y dudar no es una buena previsión para quien ha requerido algo, además de que   puede lanzar un mensaje de pasividad o exceso de dudas sobre quién lo pronuncia.

No es exactamente así pero…

El conformismo y la falta de ambición resumido en cinco palabras. Del mismo modo que en la frase anterior, esta frase pudo demostrar falta de compromiso, falta de empuje y ambición, y también falta de actitud hacia la tarea, compromiso o actividad sobre la que se refiere. Otra de esas frases letales en el entorno laboral.

Este no es mi trabajo

Hoy en día el trabajo en equipo, las relaciones laborales en positivo, son elementos que se asumen ya como necesarios para un buen desarrollo profesional y empresarial. Esta frase desde luego no conecta para nada con lo anterior, aún incluso en el caso de que lleve una carga de verdad implícita es mucho más eficaz de nuevo volver a los argumentos prácticos que demuestren que no somos las personas indicadas para realizar la tarea a la que se refiere.

dudas

 ¿Quién está hablando?..¿de qué está hablando?

Estas frases puede que no alcancen gran relevancia en el caso de una pyme donde la mayoría de empleados se conocen. Pero, por ejemplo, en grandes empresas o en ámbitos sectoriales, puede ser una señal de alerta para los demás sobre el desconocimiento tanto del entorno profesional como incluso del propio sector, no es una frase afortunada, aunque, es cierto, no es tan grave como otras.

Cualquier tipo de taco o expresión gruesa

Perder el control es la peor demostración de comunicación que se puede llevar a cabo en cualquier ámbito, pero más en el ámbito laboral. Todos atravesamos en algún momento por este tipo de situaciones en las que se hace necesario recurrir al control, respirar y contar hasta 10, que es una de esas cosas tan manidas pero a la vez tan efectivas para evitar expresar verbalmente nuestra falta de control, irá o enfado.

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