Cómo crear un Mínimo Producto Viable (MPV)

El MPV, abreviatura que proviene del inglés y que significa Minimum Viable Product, y en español se conoce como Mínimo Producto Viable, se trata de una estrategia de negocio que permite lanzar los productos en una fase temprana e inicial para probar hipótesis y poder evaluar las diferentes posibilidades del producto dentro del mercado.

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Pasos a seguir para crear tu MPV

Para crear tu propio MPV lo primero que hay que hacer es definir una propuesta de valor que sea atractiva y que al mismo tiempo pueda resultar provechosa y útil para los consumidores.

El siguiente paso consiste en establecer los plazos de cada una de las acciones que se van a llevar a cabo. Una de las principales ventajas de un MPV es que, al no tratarse del producto final, es mucho más rápido y se necesita menos tiempo para crear el primer lanzamiento.

Lo ideal dentro de esta primera fase es crear un calendario en el que se detallen cada una de las acciones que se pretenden realizar durante todo el proceso, desde los plazos estimados para la planificación del proyecto hasta la fecha del lanzamiento del producto.

También es imprescindible definir las funciones básicas del MPV. Lo más importante es conseguir presentar un producto, que aunque esté en su fase inicial, sea capaz de ofrecer todas sus características más básicas. Ha de ser barato, rápido y funcional.

Por ejemplo, si la empresa pretende producir bicicletas, no tendría ningún sentido presentarle al cliente tan solo una rueda, y explicarle que en la próxima fase podrá ver la bicicleta completa, pues la rueda no sería ninguna de las características básicas.

Por lo tanto, aunque el coste de un MPV sea bajo, es importante reservar una parte del presupuesto para poder desarrollar un producto que cubra un mínimo de expectativas y que consiga ser comercialmente viable, sin olvidar que hay que enfocar el producto o servicio para ganar dinero.

Gastos en materiales, mano de obra, distribución… Haz un inventario de todos los gastos iniciales necesarios para poder llevar a cabo la creación de tu MPV, así como un cálculo del número de productos que tendrás que vender para conseguir recuperar todo lo invertido.

Por otra parte, no hay que olvidar que otro de los principales propósitos de la creación de un MPV es conocer su impacto sobre los consumidores, por lo tanto, toda la información que se pueda recopilar sobre los usuarios tras el primer contacto con el producto servirá de gran ayuda para crear un producto final exitoso.

Para conocer la respuesta del mercado, lo ideal es crear un canal de atención al cliente que recoja el grado de interés de los consumidores en el producto o servicio, ya que esta información será determinante para saber si merece la pena invertir en tu idea o no.

El último paso debe centrarse en el análisis ordenado y cuidadoso de todos los datos obtenidos. No solo de la información obtenida directamente de los consumidores, que serían los datos cualitativos, sino también de los cuantitativos, como por ejemplo el tiempo de permanencia en la página.

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